Pero así como me alegro por recordar y compartir esto con ustedes, a la vez me viene a la cabeza una situación que casi rompe una amistad. Tenía la mayor parte de estos muñecos, pero no contaba con una pieza fundamental de esta colección, el auto del Sr. Norris. He aquí el problema, mi "amigo" con el que me juntaba a jugar si lo tenía... pero no lo largaba por nada del mundo. Le ofrecía todos los muñecos a cambio. Ni la irrefutable regla del "Pri para elegir!" lograba que ese auto fuera mio por un rato.
Hoy en día seguimos siendo amigos, esto debido a que él reconoció que actuó mal.
El auto de la discordia
Yapa
1 comentario:
me identifico con estos juguetes totalmente. yo coleccionaba he-man y otros, pero tenia un par de Chuck Norris (un ninja al menos). Y obvio, aunque tengamos mil muniequitos, queremos el que nos falta por sobre todas las cosas. Es asi, lo explica Lacan (????).
Saludos,
Felo (companiero de Sabri)
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